Dentista de confianza

Conoce a la Dra. Concha M. Bruguier

Concha Bruguier Dentista en Algete

¿Cómo eres Concha?

Soy una persona vital, alegre y emprendedora.

Curiosa y creativa, muy detallista y perfeccionista, para lo bueno y para lo malo.

Con hambre por la vida, con ganas de disfrutar de cada detalle del momento presente.

Positiva y agradecida con todo lo que la vida me ofrece.

Para mi el éxito personal, es vivir con bienestar y armonía, siempre con amor y con humor.

Solo pido que no me falten fuerzas para afrontar lo que me toque vivir.

Trato de poner conciencia a cada cosa que hago, digo y siento.
Trato de aceptar el mundo como es, fluyendo sin expectativas, aprendiendo cada día. Construyendo buenas relaciones

Creo que todos somos semillas que van creciendo hacia dentro, en un viaje de regreso al corazón. y se trata de conectar con nuestra verdadera esencia para hacerla brotar y florecer.

Me gusta ir liviana por la vida, pidiendo perdón y perdonando, viviendo con ecuanimidad, y así acostarme y levantarme en paz.

Soy hiperactiva, disléxica y con trastorno de atención, factores que no supe gestionar en su día y me llevaron a tener crisis de ansiedad.
Gracias a ello, profundice en el yoga y la meditación y puedo decir, que me ha salvado la vida.

No tardé en descubrir mi gran pasión: la comprensión del ser humano y el misterio de la vida. Siendo una insaciable investigadora de mí misma.

Lo que me llevó a formarme en disciplinas como el Kundalini Yoga, Mindfulness, resiliencia, coaching, Programación Neurolingüística, Reiki, filosofía budista, meditación sanadora y Sat Nam Rasayan.

Me nutro y enriquezco ayudando a los demás. El voluntariado ha estado presente a lo largo de mi vida.

Actualmente, coopero con la comunidad massai en
Kenia, organizando viajes y gestionando la recogida de material escolar y sanitario.

Soy una viajera insaciable, en busca de paisajes naturales, nuevas culturas y experiencias. Para mi viajar es una excelente manera de mantener la mente abierta, de aprender, de compartir, de VIVIR, en mayúsculas

¿Cuándo y por qué decides ser odontólogo?

Cuando llegó el momento de decidir qué quería hacer/ser, yo tenía claro que quería hacer algo de la rama sanitaria que implicara ayudar a los demás. Mi hermana mayor estaba cursando la carrera de odontología y disfrutaba contándome los pros que tenía.

Por otro lado, mi padre que es médico y sabía que su profesión no era tan agradecida, vio en la odontología una buena oportunidad profesional para mi también.

Así que, alentada por ambos, comencé una carrera que se convirtió en mi profesión y poco a poco en mi pasión.

¿Por qué se convirtió en tu pasión?

Porque cubre mi necesidad de servir, de brindar atención y salud a las personas. No solo de una manera teórica sino también práctica.

Porque mi lado creativo tiene cabida en el diagnóstico y diseño de cada uno de los tratamientos.

Porque mis habilidades sociales se hacen hueco tanto con los pacientes como con los compañeros con los que comparto mis jornadas laborales.

Y porque cada vez que ayudo a que BROTE UNA SONRISA mi corazón vibra.

tatuaje Concha
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¿Por qué has decido especializarte en endodoncia y ortodoncia?

Las razones que me llevaron a formarme en estas dos especialidades son muy diferentes.
En el caso de la endodoncia, la razón es muy “romántica”, es una especialidad muy agradecida. Eliminas el típico dolor de muelas tan horrible con tu trabajo y devuelves al paciente el bienestar. Es una técnica muy manual y requiere mucha paciencia, que son mis fuertes.
Mientras que la especialidad en ortodoncia la hice por necesidades de la clínica, que empezó a crecer mucho y demandaba a alguien estable que acompañará los tratamientos. Quería acompañar a cada paciente de principio a fin del tratamiento y ver BROTAR SU SONRISA.

A día de hoy, disfruto haciendo la odontología conservadora y la restauración con prótesis.

Lo que nunca me verás hacer es una extracción dental.

Es un trauma que tengo de la carrera. Como durante mis prácticas, los pacientes “sufrían”, no lo soportaba. Soy demasiado empática, y para esto, es un problema. Nunca olvidare a Mouriño, un hombre mayor que tenía un diente que se movía como una campana y el pobre me animaba a que tirase de él. No le dolía nada de nada lo que yo le hacía, pero yo sufrí tanto tirando del diente ¡!

Así que no soy una clásica “sacamuelas”… jajaja.

¿Cómo y de qué manera arrancas tu andadura con la clínica?

Tuve la suerte de licenciarme y encontrar enseguida mucho trabajo.
Cada media jornada del día, trabajaba en una clínica (a veces, al salir de casa ya ni recordaba dónde me tocaba ese día). Hice muchos kilómetros y trabajaba muchísimo. Esto me aportó experiencia y conocer diferentes clínicas y sus formas de trabajar.
Animada por mi hermana y mi cuñado (ya tenían varias clínicas en Salamanca y Zamora) decidí montar mi clínica cerca de mi casa.
Valoré varios pueblos de la zona y me decidí por Algete, porque me había criado en él.
La primera localización de la clínica era en el centro del pueblo de, junto a la panadería de toda la vida.
Se trataba de un local con solo un sillón dental.
La fidelidad de los primeros pacientes y el buen hacer hizo que aquel local se quedara pequeño para dar servicio a la demanda que teníamos. Así que nos trasladamos a la actual ubicación.
Ampliando a dos sillones y al año ya puse el tercero. A los 3 años, cogí el local contiguo para ampliar la sala de espera y así fuera más cómoda y ya instalé el cuarto y quinto sillón.
Hago constantes reformas y mejoras en la clínica, cambiando también la decoración, algo que siempre le llama la atención a mis pacientes.

Hoy Dental Bruguier es una clínica de referencia en la comarca, con un equipo multidisciplinar que combina profesionalidad, cercanía y honestidad.

¿Sigues formándote?

Claro. No solo yo, sino todo el equipo.
Al margen de que soy muy perfeccionista y considero que todo está sujeto a mejoras, el aprendizaje permanente es un valor añadido de cualquier profesional de la odontología.
Indiscutiblemente, cuando más formada esté, mejor atención médica recibirá mis pacientes.
Es por eso que los congresos, seminarios, capacitaciones y cursos, también online, ocupan parte de mi agenda anual.
En cuanto se pueda, adquirire un escáner dental , para dar el salto a la odontología digital ya desde la clínica, tanto en ortodoncia como en prótesis e implantes.
Esta nueva técnica requiere también una nueva curva de aprendizaje.

Actualmente, mi foco está puesto en la coordinación y gestión de la clínica, y en mejorar los procesos dentro de nuestra clínica para que nuestros pacientes tengan una experiencia de 10.

¿Cómo ha evolucionado el sector desde que comenzaste a ejercer de odontóloga?

En mis 20 años de experiencia he sido testigo de importantes avances y cambios en la odontología que han repercutido de manera positiva en los pacientes.
La implementación definitiva de la ortodoncia invisible, la generalización del uso de la anestesia tópica, la revolución tanto de materiales como de métodos en la implantología y la entrada con fuerza de la tecnología para el mejor diagnóstico, ha supuesto una mejora incalculable para los pacientes y por ende para todos los profesionales del sector.
Por otro lado, también he vivido la proliferación de las franquicias dentales y los seguros que más allá de ser una competencia “dudosa” ha generado pacientes descontentos y desconfiados. Repercutiendo negativamente en un sector comprometido con su profesión.

¿Cuán importante es contar con un equipo cohesionado en el día a día?

El equipo lo es todo. Solo cuando se trabaja en un equipo cohesionado es cuando se consiguen éxitos.

Las personas que forman parte de un equipo unido favorecen las relaciones interpersonales, aportan lo mejor de sí, trabajan juntos a lo largo del tiempo, buscan soluciones ante los problemas y construyen en la resolución de las diferencias que pueden surgir.

A lo largo de estos años he tenido la suerte de ser parte de fabulosos equipos de trabajo. Integrados por grandes profesionales y mejores personas. Personas que admiro, afines a mi filosofía de vida y que me enriquecen.

GRACIAS POR LLEGAR HASTA AQUÍ Y LEERME.