#1. Boca seca
Conocida profesionalmente como xerostomía, la boca seca es una condición en la que la boca no produce suficiente saliva. Desafortunadamente, esto permite que las bacterias en la boca se reproduzcan, lo que puede provocar un sabor desagradable. Afortunadamente, masticar chicle sin azúcar y beber mucha agua puede ayudar a estimular las glándulas salivales y evitar que la boca se seque.
#2. Problemas dentales
Las caries, las infecciones y las enfermedades de las encías son sólo algunas de las preocupaciones bucales que pueden provocar bacterias de mal sabor en la boca. La buena noticia es que problemas dentales como estos se pueden prevenir en gran medida con una rutina sólida de higiene bucal, que incluye cepillarse los dientes dos veces al día, usar hilo dental a diario y usar enjuague bucal con regularidad. Además, visitar a su dentista cada dos años para un chequeo y una limpieza puede mantener sus dientes y encías en óptimas condiciones y tratar cualquier inquietud que surja.
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#3. El embarazo
A medida que las hormonas de tu cuerpo fluctúan, es posible que experimentes aversiones a ciertos olores y alimentos. Afortunadamente, el sabor metálico, amargo o metálico suele desaparecer después del primer trimestre o después del parto. Sin embargo, si los síntomas persisten, hable con su dentista para asegurarse de que no sea el resultado de un problema bucal subyacente.
#4. Síndrome de boca ardiente
Esta condición hace que los pacientes experimenten una sensación similar a comer pimientos picantes (sin realmente hacerlo). Uno de los síntomas es un sabor amargo o rancio, que contribuye a esta desagradable dolencia. Afortunadamente, los pacientes pueden obtener alivio del síndrome de boca ardiente si reciben un diagnóstico formal y reciben tratamiento con tu médico de atención primaria.
#5. Reflujo ácido
Cuando el músculo en la parte superior del estómago se debilita, el ácido del estómago puede subir e irritar el esófago. A partir de ahí, puede provocar un sabor amargo y desagradable en la boca. Hay medicamentos de venta libre disponibles para aliviar la sensación de «ardor», pero hablar directamente con tu médico puede garantizar que obtengas el alivio duradero que te mereces.
Si experimentas un sabor amargo o mal sabor de boca, es hora de hablar con tu dentista. De esa manera, podrán tratar la raíz del problema y podrás volver a disfrutar de un aliento fresco y mentolado.
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